lunes, 2 de mayo de 2011

El capitán calzoncillos y el ataque de los retretes parlantes.

Cuando el director Carrasquilla vuelve a castigar a Jorge Betanzos y Berto Henares, les impone una redacción de cien páginas sobre ‘‘Cómo ser un buen ciudadano’‘. Además, les prohibe que su trabajo trate sobre las nuevas aventuras del Capitán Calzoncillos, el superhéore que los dos amigos crearon tiempo atrás. Los chicos se quedan desilusionados, y se les ocurre crear a un nuevo superhéore, ya que el director Carrasquilla no ha especificado nada sobre este tema. Así nacen las aventuras de Superpañal. En el cómic, el Capitán Calzoncillos se encuentra en apuros. El malvado comisario Patibulario y el Chucho Muerdemucho han quitado los poderes del héroe. Ahora los superpoderes se han convertido en zumo. Chucho Muerdemucho se bebe la mitad del zumo con lo que, ahora, el perro tiene parte de los poderes del Capitán Calzoncillos. Cuando el comisario Patibulario se dispone a beber la otra mitad, la policía irrumpe en su laboratorio clandestino y los malvados personajes se ven obligados a huir. Mientras, en un hospital nace un niño, llamado Rufinín. Accidentalmente, Rufinín cae por la ventana y va a parar al cubo donde están los superpoderes del Capitán Calzoncillos en forma de zumo. Así, Rufinín se convierte en Superpañal. El comisario Patibulario trata varias veces de robarle los poderes a Superpañal, pero fracasa. En uno de esos intentos fallidos, el comisario se convierte en caca y, a partir de ahí, solo busca vengarse de Superpañal. Cuando está a punto de conseguirlo, el Chucho Muerdemucho le salva y, niño y perro se hacen amigos inseparables. A partir de ese momento, Superpañal y Chucho Muerdemucho, ahora llamado Perrete Pañalete, luchan contra el comisario Patibulario hasta que definitivamente logran derrotarle. Además, consiguen devolver sus poderes al Capitán Calzoncillos. --------------------------------------------------------------------------------

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